La actividad fue organizada por el Consejo de la Magistratura porteño en el Centro Cultural San Martín. Participaron Fabián Vena y Lito Cruz en los roles de imputado y testigo.
En el Centro Cultural San Martín, el Consejo de la Magistratura porteño realizó una interpretación de Juicio por Jurados para concientizar sobre esta herramienta y debatirla como posiblidad en la Ciudad de Buenos Aires.
“El objetivo de este juicio por jurados es concientizar sobre esta herramienta prevista en la Constitución Nacional desde 1853 y que ya está en práctica en algunas provincias, como Neuquén”, dijo Juan Manuel Olmos, presidente del Consejo.
Olmos consideró que “es muy importante involucrar a la ciudadanía en el proceso penal y ampliar la participación ciudadana en la Ciudad, cuya Constitución plantea esa participación como herramienta para resolver los problemas de la sociedad”.
El juicio por jurados es una forma de juzgamiento muy antigua en la que un grupo de vecinos del lugar del hecho deben decidir si el hecho realmente existió y si el acusado de haberlo cometido es culpable o inocente.
“Hace 40 años esto parecía una utopía”, dijo el juez de Cámara en lo Penal Económico, Edmundo Hendler, quien consideró que “estos simulacros son muy útiles y surgen en un momento en que la práctica está cobrando adeptos en la Argentina”.
Durante el simulacro, los vecinos seleccionados debieron analizar las pruebas aportadas durante el juicio, que trataba un caso friccionado de homicidio calificado, y luego emitir su veredicto.
“Es muy importante este tipo de cosas para que la gente comprenda en qué consiste el juicio por jurados; en este caso se mezcla ficción y realidad para que la sociedad se vaya habituando”, sostuvo
Para el actor la práctica “acerca a la sociedad a la justicia” y es “lo contrario del proceso militar, donde uno es culpable hasta que se demuestra su inocencia”.
El sistema se propone como obligatorio para delitos que contemplen penas mínimas de ocho años de prisión. Se respetará la equidad de género en la composición del cuerpo de 12 miembros legos, y si el fallo fuese absolutorio será irrecurrible.