El el centenario Palacio Piccagula está en Marcelo T. de Alvear 1560 (Recoleta, Comuna 1).Recorrer sus ambientes es como retroceder en el tiempo para ver y entender cómo vivían las familias acomodadas de la época, y por supuesto, cómo lo hacían sus numerosos sirvientes.
Recientemente restaurado, pero prácticamente igual a como lucía cuando era habitado por la familia Piccaluga, este tradicional palacio de Buenos Aires ahora abre sus puertas a quienes quieran conocer su belleza. Ya sea con visitas diurnas o nocturnas, los amantes de la historia, la arquitectura y lo señorial pueden darse cita en las visitas guiadas diurnas y nocturnas que se realizan en grupos reducidos, con una duración aproximada de entre dos y tres horas.
El punto de partida es la imponente escalera de mármol a través de la cual se accede al edificio y se recorren los 3 niveles del Palacio, la casa de servicio y su jardín. La excelente descripción del reconocido arquitecto Alfonso Piantini –quien además es uno de los principales artífices de la restauración- y los exquisitos detalles de cada rincón generan un ambiente único durante todo el recorrido.
El formato de la visita es similar para las guiadas diurnas, que comienzan a las 17:00, como para las nocturnas, que arrancan a las 20:00. La diferencia está en que quienes escojan la nocturna podrán disfrutar de un show musical instrumental en vivo en el salón principal, como así también una degustación de exquisitos quesos y vinos en el enorme jardín interno.
Acerca del Palacio
El Palacio Piccaluga es un edificio exclusivo correspondiente a la tipología residencial ¨Petit Hotel¨, de gran adhesión a principios del Siglo XX, y se trata de una versión minimizada del ¨Grand Hotel¨, tipología muy difundida en la aristocracia francesa. Sus casi 2000m2 de superficie cubierta, distribuidos en 3 amplias plantas, más un gran jardín interno, generan ambientes flexibles y amigables para poder vivir una experiencia única. Espacios sofisticados y señoriales se entrelazan con rincones acogedores y cálidos, aunados por la elegancia de la historia.
Inaugurado a comienzos del 1900, el Palacio fue el resultado de la obra del calificado arquitecto Ítalo-Suizo Domingo Donati (1866-1925), quien luego de estudiar en la Academia de Brera (Milán, Italia) llegó a nuestro país. Aquí fue reconocido rápidamente por su enorme capacidad y vivió durante cuarenta años, en los cuales proyectó numerosos edificios de excelente calidad en Buenos Aires y Mar del Plata. Su obra se destaca por la incorporación de pequeños patios que abastecen de luz a los sectores más oscuros de la planta permitiendo desarrollar una multiplicidad y versatilidad de espacios poco frecuentes para este tipo de edificaciones.
La arquitectura remarcable de la construcción se ve reflejada desde el primer paso, donde su suntuosa escalera invita a descubrir su fluida integración de la casa con el jardín y los contrastes de variados materiales que han perdurado en el tiempo. Una gran variedad de vitraux iluminan con luces de distintos tono, mientras que chimeneas y columnas de mármol, terminaciones de madera tallada artesanalmente y la delicada herrería son piezas únicas que acompañan el estilo del Palacio. La elegancia de su arquitectura y la sofisticación de cada uno de sus espacios presentan un escenario muy cómodo para la creación de nuevos eventos y vivencias inolvidables.