El 24 por ciento de las fuentes instaladas en el espacio público de la ciudad no funcionaba a principios de año. Víctimas del vandalismo, por desperfectos técnicos relacionados con los chorros de agua o las luminarias o bien por la necesidad de reparación de alguna escultura en su interior, 30 de las 125 fuentes existentes en la Capital no vertían líquido. Ocho meses después, 26 de ellas ya fueron recuperadas y se muestran a los ojos de los vecinos renovadas y relucientes.   El Mausoleo de Rivadavia, en plaza Miserere; la fuente del Ballet Nacional, en la plaza Lavalle (San Nicolás); la de Las Nereidas, en Costanera Sur; la del Monumento a los Dos Congresos, en Montserrat; Las Tarascas y la Rubén Darío, ambas en Recoleta, figuran entre los 26 manantiales artificiales reparados.   En este momento, además, la Dirección General de Espacios Verdes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño realiza tareas de refacción en otras cuatro fuentes, que culminarán próximamente y permitirán que los 125 dispositivos funcionen por completo. Se trata de las fuentes situadas en la plaza Monseñor de Andrea (Córdoba y Anchorena), frente a la Cancillería, y en el parque Lezama (Coordinador Internacional y La Magdalena).   Los trabajos están contemplados en el plan de mantenimiento y reparación de fuentes, que este año recibió un presupuesto total de 15 millones de pesos, o 1.250.000 pesos mensuales. En efecto, junto con el arreglo de los artefactos que estaban fuera de servicio, se prevén para el resto del año obras en otros manantiales que pueden sufrir daños o bien que se hayan deteriorado por el transcurso del tiempo.   Los reclamos vecinales y de defensores del patrimonio por fuentes fuera de servicio resultan habituales en Buenos Aires, donde el vandalismo, la desidia de ciudadanos que incluso se sumergen en las fuentes durante el verano y la falta de reacción gubernamental impiden el correcto funcionamiento de los dispositivos.   En enero pasado, explicaron voceros del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, se decidió hacer una evaluación de las 125 fuentes de la ciudad para diagnosticar el estado de cada una y qué necesidades específicas tenían. Fueron entonces contabilizadas 30 que no estaban en buenas condiciones, el 24 %   Además de las seis ya mencionadas, el listado incluyó la fuente de la plaza Mujica Lainez (Junín y Vicente López, en Recoleta); la emplazada en Diagonal Norte y Libertad, en pleno microcentro, con obras pertenecientes a la artista plástica Marta Minujín; la de la Plaza de los Periodistas, en Flores; la réplica de las cataratas del Iguazú en la 9 de Julio; la cascada del Jardín Botánico, y cuatro manantiales artificiales existentes sobre el bulevar de la avenida Ricardo Balbín, en Saavedra.   “Estas fuentes integran el valioso patrimonio que se puede disfrutar en las calles, plazas y parques. Queremos que el vecino pueda disfrutar cada día de una ciudad más linda, teniendo en cuenta la importancia de recuperar y preservar el patrimonio histórico y cultural”, dijo el director general de Espacios Verdes, Nicolás Quintana.   Trabajos Variados   En líneas generales, las tareas abarcaron la limpieza de las cañerías de abastecimiento de agua, la reconstrucción de todos los puntos visibles de la fuente, la colocación de mármoles, la modificación y reparación de los motores, la renovación de los picos y la limpieza de las esculturas y monumentos.   Por ejemplo, en el caso de Las Nereidas -obra de la escultora Lola Mora situada frente al Espigón Plus Ultra de la Reserva Ecológica Costanera Sur- se instaló una electrobomba sumergible, se repararon todas las partes de mampostería deterioradas en la batea; se refaccionaron, sellaron e impermeabilizaron dos módulos del borde de mármol de Carrara; se instalaron tres picos de agua y una cañería nueva; fueron arregladas las luminarias existentes y colocadas cuatro nuevas, además de haberse limpiado los vidrios templados perimetrales.   La fuente del Mausoleo de Rivadavia también fue intervenida. La obra, ubicada en la plaza Miserere, pertenece al escultor Rogelio Yrurtia y en su interior conserva los restos del ex presidente argentino Bernardino Rivadavia. Allí se colocaron dos chorros de cascada y se repararon las barandas perimetrales; además, todo el mausoleo fue dotado de iluminación.   Otro trabajo complejo se hizo en la fuente del Monumento a los Dos Congresos, aunque todavía no puede disfrutarse en todo su esplendor. Si bien ya fue arreglada, recuperará su show de aguas danzantes, luces y sonido a mediados de septiembre.   “Más de cien fuentes forman parte de este patrimonio único, poco valorado por algunos vecinos y funcionarios, pues unos lo vandalizan y otros no lo cuidan como corresponde. Una correcta política de preservación del patrimonio artístico público es constante en el tiempo y se realiza de acuerdo con pautas internacionales; incluye campañas permanentes de educación masiva, así como una estricta vigilancia y castigo a quienes lo destruyen”, sostuvo Sonia Berjman, especialista en preservación de obras de arte en el espacio público.   Por Ángeles Castro | LA NACION 1927869w300