La Ciudad abrió dos salas para niños de 4 y 5 años en Parque Patricios, primer paso de un amplio proyecto bilingüe.

 

La colectividad china en la Argentina celebra el primer paso para la escolarización de sus niños en el país: la apertura de dos salas de nivel inicial en la ciudad de Buenos Aires con docentes de habla hispana y de chino mandarín y la promesa del gobierno porteño de comenzar en 2015 el nivel primario bilingüe español y chino.

 

La iniciativa, propuesta al ministro de Educación porteño por funcionarios de la embajada china en Buenos Aires, comenzó a funcionar en un anexo de la Escuela Infantil Nº 11, en el barrio de Parque Patricios, con ocho niños de familias chinas y una treintena de habla hispana.

 

Visitaron esas instalaciones el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y el embajador de la República Popular China en Buenos Aires, Yin Hengmin, con sus comitivas.

 

“Me siento muy feliz que los chicos estén jugando y estudiando juntos el idioma chino y el castellano; ésta es la primera escuela bilingüe con un sistema de educación que se corresponde al de China y la Argentina”, dijo el embajador.

 

Se informó que, según un convenio firmado por el gobierno porteño con la ciudad de Pekín, la currícula de los futuros grados del nivel primario deberán incluir los contenidos de la enseñanza oficial en China.

 

Hengmin también anunció que el gobierno de Pekín designó a la Escuela 109 de esa ciudad para colaborar con materiales u otras ayudas con la Escuela Nº 11 de Buenos Aires.

 

“Me encanta enseñar y estoy muy contenta porque esto ayuda a la integración cultural y al desarrollo del pueblo”, dijo Linlin Yan, una de las dos maestras de origen chino que acompañan a las dos docentes argentinas encargadas de las nuevas salas.

 

Linlin Yan, de 36 años, estudió medicina en su país y en 2011 debió migrar hacia Buenos Aires por el trabajo de su esposo. Aquí dio a luz a Nicolás, que hoy tiene cuatro años y es uno de los alumnos de las dos nuevas salas de la Escuela 11. Junto a sus compañeritos orientales, Nicolás aprenderá español y enseñará el chino a los niños de habla hispana.

 

“Hablamos de alumnos de cultura china y de habla hispana porque tenemos también chicos paraguayos y de otros países latinoamericanos”, explicó Bibiana Bren, directora de la Escuela Infantil Nº 11, que fue construida en conjunto por el gobierno nacional y el porteño e inaugurada en 2011.

 

A esa escuela, a la que se anexaron las dos aulas para niños de 4 y 5 años, asisten unos trescientos alumnos de 45 días hasta cinco años.

 

“Los residentes chinos nos expresaban su queja porque no tenían escuelas oficiales a las que enviar a sus hijos; por eso le planteamos esta necesidad al ministro Esteban Bullrich y muy rápidamente se pudo concretar este proyecto”, manifestó Mengtang Han, consejero cultural de la embajada de la República Popular China en Buenos Aires.

 

El diplomático agregó que, a falta de escuelas, las familias de inmigrantes envían a sus hijos a estudiar a China o a emprendimientos escolares que funcionan los fines de semana en Buenos Aires, pero que no corresponden al sistema de educación formal.

 

Macri, por su parte, planteó que la iniciativa “es un desafío enorme a futuro que empieza ahora con la aspiración de proyectarse a toda la enseñanza primaria y a la secundaria y que les va a dar a los chicos, indistintamente, la posibilidad de ingresar luego a una universidad china o argentina”.

 

Por Silvina Premat | LA NACION

 

 

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