Frente al Edificio Libertador  de Azopardo 250, se inauguró un monumento conmemorativo de las Malvinas, al cumplirse un nuevo aniversario del desembarco de la fragata de guerra británica HMS Clio, que tomó posesión de las Islas un 3 de enero de 1833. La goleta Sarandí no opuso resistencia y zarpó hacia el continente con su capitán José María Pinedo.

La inauguración fue parte de la “Agenda Malvinas 40 años”, con reconocimientos a los veteranos y veteranas, a los caídos en combate en 1982 y a sus familiares, para sostener la memoria con quienes defendieron los intereses soberanos de la Nación argentina.

El Presidente de la Nación Alberto Fernández garantizó que “vamos a seguir una y otra vez insistiendo en que son argentinas, básicamente porque fueron usurpadas hace 190 años y no estamos en paz con nosotros mismos si no lo seguimos reclamando por los que ayer dejaron su vida”.

Tras asegurar que “la patria no va a estar absolutamente integrada mientras esas islas no sean definitivamente argentinas”, el mandatario felicitó a los trabajadores de Tandanor que realizaron “una obra monumental que cada vez que pasemos por aquí nos va a hacer recordar que esas islas son nuestras y mientras no las recuperemos, no estaremos en paz con nosotros mismos”.

La obra inaugurada simboliza el compromiso del pueblo argentino con la reafirmación y defensa irrenunciable de los derechos soberanos en el Atlántico Sur. Se ejecutó en los talleres de Tandanor en acero naval, con una dimensión de 10 x 5 metros, pantografiado y cilindrado. El montaje fue desarrollado en su emplazamiento final mediante soldadura y terminaciones en altura. La estructura se inserta en un basamento de hormigón de un metro de altura, 1,80 metros de profundidad y 10 metros de largo, que se completa con un conjunto escultórico que resulta ser una alegoría del mar y el territorio insular. A su vez, el turquesa, el celeste y el azul agua de la pintura poliuretánica con la que se realizó la terminación del acero, resaltan la imagen calada de las Islas Malvinas, que emerge y se apoya en las olas de hormigón.