Ambos asistirán hoy a la apertura de las oficinas de Facebook en el país; niegan un acuerdo con vistas a 2015

 

La foto recorrerá las redacciones de diarios y promoverá, una vez más, las más diversas interpretaciones. Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner compartirán hoy un acto público en el ámbito porteño y darán una renovada muestra de “sintonía política”. Y aunque lo nieguen, no serán pocos los que vinculen las instantáneas compartidas con algún tipo de acuerdo político de cara a 2015.

 

En principio, desde el gobierno porteño confirmaron que Macri estará, al igual que la Presidenta, en la inauguración de la primera oficina de la red social Facebook en el país y en América del Sur. La reunión, prevista para las 19, se desarrollará en oficinas del centro porteño, la zona que eligió la empresa fundada por Mark Zuckerberg en los Estados Unidos para instalarse en el país.

 

Desde la empresa confirmaron que el encuentro contará con la presencia del VP de Facebook para América latina y Estados Unidos, Alexandre Hohagen; el equipo local de la empresa, e “invitados especiales”. Y que la Presidenta y el jefe de gobierno están en esa lista de invitados ilustres. Macri le dio bastante importancia al encuentro: de hecho, tenía planeada una recorrida por Escobar y la suspendió para asistir a la inauguración.

 

¿Será sólo una foto o se trata de una muestra adicional de la “buena onda” que hay entre ambos? Macri se ríe cuando le hablan de una relación cercana. “Juliana no sabe qué pensar: me piropean Carrió y la Presidenta”, suele bromear el jefe de gobierno porteño cuando lo consultan sobre el asunto.

 

En la intimidad, Macri relativiza el acercamiento, “porque de cero, que era el punto en el que estábamos, a lo que se da ahora, el aumento del vínculo es infinito”. Para Macri, “la relación debería ser la normal de dos gobiernos que tienen que colaborar”, dice el jefe de gobierno, y niega la existencia de un pacto político adicional.

 

De todos modos, desde su administración reconocen que los avances son claros y tangibles. El ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, negocia con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, el apoyo para dos créditos clave solicitados por la Ciudad: uno negociado con el BID, de alrededor de US$ 130 millones, y otro con el Banco Mundial para el entubamiento del arroyo Vega, por un total de US$ 200 millones.

 

Los dos préstamos están avanzados, y el segundo de ellos (si es que el Gobierno normaliza su vínculo con el BM) podría estar listo para el segundo semestre de este año. “Éste es un acuerdo donde todos ganan: si nos dan el crédito, ingresan dólares al país y hay más trabajo para los argentinos”, afirmó una fuente del gobierno porteño.

 

ACTIVIDADES COMPARTIDAS

 

Las periódicos actos o acciones conjuntas, de las que participan, por ejemplo, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, junto a Capitanich y el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, son otras muestras de acuerdos “de gestión”, que incluyen además la presentación de proyectos de ley en la Legislatura porteña, como la cesión de terrenos donde funciona la ex ESMA a la órbita nacional, firmado por ambas administraciones y que se aprobaría pasado mañana.

 

“«Coqui» habla bastante con Larreta, desde un principio acordaron ir cumpliendo por etapas los temas pendientes”, afirmaron cerca del jefe de Gabinete nacional y ex gobernador de Chaco. Para los funcionarios nacionales, no se trata de una decisión unilateral: la propia Presidenta sostuvo en más de una oportunidad que opina “todo lo contrario” de Macri en temas como el control estatal de empresas públicas o el manejo de la economía, pero que valora en el jefe de gobierno que “no tiene doble discurso y se muestra tal cual es”.

 

Unos y otros descartan las sospechas que en su momento instalaron el massismo, sectores de la UCR, CC-ARI y la izquierda sobre “pactos” entre macristas y kirchneristas, sobre todo en cuestiones vinculadas a negocios públicos y privados, como los beneficios impositivos otorgados por ley al empresario Cristóbal López.

 

También en el peronismo hay quienes piensan que la Presidenta “prefiere que gane Macri” para quedar como la única representante del espacio peronista luego de terminar su gestión en 2015.

 

Atentos a las encuestas, tampoco en el macrismo son pocos quienes piensan que las “relaciones institucionales” y los gestos de distensión con la Casa Rosada deberían manejarse con “prudencia”, para que el rol de espacio opositor al Gobierno no quede desdibujado por fotos como las que hoy mostrarán a la Presidenta y al jefe de gobierno sonrientes en un espacio en común.

 

Por Jaime Rosemberg | LA NACION

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