“La idea surgió en el 2007 cuando me fui a vivir a los Estados Unidos”, comenta Oliver Kolker, guionista y productor, además de bailarín y docente de tango. “Me di cuenta que allá bailan el tango, pero no con la música propia del tango, por desconocimiento o simplemente por desconexión con la música. El Tango es una música muy particular y muchos se han criado con otros ritmos. Entonces decidí hacer una película sobre todo aquello que implica el tango: la música, el canto, el baile y la poesía”.

 

Se trata de “Fermín, La película”, el filme de Oliver Kolker y el cineasta Hernán Findling, que marca el regreso del tango a la pantalla grande y del gran Héctor Alterio al cine nacional luego de doce años de ausencia, encarnando a un anciano internado en un psiquiátrico que tiene la característica de expresarse exclusivamente a través de letras y frases del tango.

 

El otro rol protagónico está a cargo de Gastón Pauls, quien encarna al médico neuropsiquiatra que descubrirá entre sus pacientes a Fermín Turdera. Nace entre ambos una intensa amistad y Fermín revelará la gran época de la Argentina del ’40, la relación con sus amigos, las traiciones, y a Zulma Prando, su gran amor.

 

Junto a Alterio todo el peso dramático de la película recae en Emilio Disi, en una actuación que sorprende. “Fue una de nuestras primeras decisiones, charlamos mucho con él sobre el film, y pudimos contar con su presencia”, sostiene el director Findling.

 

El elenco lo completan Luciano Cáceres, Dalma Maradona, Luis Ziembrowski, Silvina Valz, Rodrigo Pedreira, Esteban Bortnik, y los bailarines Carlos Copello y Mariano “Chicho” Frúmboli.

 

¿Por qué eligieron a estos maestros?

 

Oliver: Con Hernán buscábamos un bailarín que represente todo lo que engloba el significado del Tango. Esto es importante que ya que la película está dirigida al gran público. Yo no quise tomar esa decisión, la de definir quién era esa persona ya que me encuentro involucrado en el Tango hace muchísimos años. Un día, navegando por youtube le muestro un video del Negro Copello (Carlos Copello) y Hernán salta de la silla y me dice, “¡Este! Este es el tipo que tiene que bailar en esta escena”. Para mi felicidad coincidía con una de las posibilidades que siempre rondó mi cabeza. Carlos Copello no solo baila sino que hace un pintoresco personaje en la historia. Baila con Anabela Brogioli, una bailarina de la ostia, que en cámara tiene un ángel increíble.

 

Por otro lado quería mostrar en la película cómo la tendencia del tango ha evolucionado con el correr del tiempo y no tuve dudas de convocar a mis amigos “Chicho” Frúmboli y Juana Sepúlveda. Ellos no tienen un personaje. Quería mostrar cómo se dio que en el tango, surgen artistas que rompen las reglas de una manera armoniosa, pero al mismo tiempo dramática, porque para mí fue lo que logró “Chicho” con su baile, sin proponérselo. Lo de él fue una consecuencia de cómo funciona su cabeza. Él es otro referente al igual que Carlos del tango en el mundo.

 

Silvina Valz, que fue mi compañera por más de 6 años y colaboradora en la escritura del guión, baila conmigo una pequeña milonga ambientada en 1945. También tiene un papel clave en la historia que se cuenta. La elegimos por sus dotes actorales y personalidad versátil que captó en un minuto a “Zulma”, la morocha del ’45.

 

Intentan mostrar la evolución del género ¿Qué artistas de la música y la poesía seleccionaron para ejemplificar esta evolución?

 

Oliver: Desde el primer momento que me propuse producir esta película supe que la música iba a estar a cargo del maestro Lisandro Adrover. Amigo, Bandoneonista, Compositor y Director Musical. Lisandro integro la orquesta de José Basso, fue arreglador de Osvaldo Pugliese, formo parte de la prestigiosa compañía Tango Argentino y creo y arreglo toda la música del show Forever Tango del cual fue su director musical por más de 12 años.

 

La segunda estrategia que hicimos fue lograr escribir casi toda música original. ¡Sí! la película tiene un diez por ciento de tangos/Milongas tradicionales y el resto son todas composiciones nuevas que a su vez tienen algunas la función de ser bailadas o a modo de Lei Motiv. En el caso de “Chicho” y Juana interpretan un tango compuesto por Lisandro que se llama “Pauleada” pero ha sido al mismo tiempo remixado. El lei Motiv de la película es una maravilla y es lo que lleva a lo largo de la película todo el peso dramático de la historia.

 

Con respecto a la poesía, ese fue un desafío personal y a modo de limitación creativa por parte mía ya que desde el primer momento me impuse que este personaje “Fermín”, todo lo que hablase en el película serían frases o títulos de tango. El desafío consistía también en no caer en los tangos conocidos o trillados porque el objetivo era mostrar la riqueza del género buscando entre más de 15000 tangos esas frases que describan perfectamente lo que ese personaje debía decir en ese momento. Hay letras de Castriota, Villoldo, Bahr, Gardel-Le Pera y muchos más.

 

En marzo último, “Fermín” estuvo en la Muestra Internacional Pantalla Pinamar. ¿Quedaron conformes con la repercusión que logró el filme?

 

La verdad que fue la función que todo cineasta quisiese tener. Una cuadra y media de cola que daba vuelta a la manzana. Sala llena. La gente aplaudía en el medio de la película. Cuando terminó la mitad de la sala se puso de pie aplaudiendo a rabiar. La gente se emocionó mucho. Estaban felices de verlo a Alterio interpretando un paciente con el talento de los dioses. Emilio Disi es la revelación de la película ya que interpreta a un típico “milonguero” en un personaje súper dramático. Antonella Costa fue una combinación perfecta con Gastón Pauls que llevan adelante la historia de amor en la película. Un 30% de la película ocurre en 1945 y Luciano Cáceres interpreta a “Fermín” de joven, con un temple y presencia dignos de ser admirados. Dalma Maradona sorprende con su actuación ya que debía interpretar una mujer sufrida en una vida poco feliz. Por último, Gastón volvió también con todo a la pantalla grande donde hace un trabajo excelente interpretando a este médico conflictuado y tenaz que nunca se rinde para lograr sus objetivos.

 

“Fermín” participará entre el 3 y el 17 de este mes en el Chicago Latino Filme Festival, donde la película recibirá el nombre de “Glorias del Tango”, y recién el 24 próximo será estrenada comercialmente en nuestro país, en el cine Abasto Shopping y 70 salas más.

 

¿Creen que será bien distinta la crítica y los elogios acá y en el extranjero?

 

Oliver: Eso no te lo puedo contestar hasta que suceda, pero mi “feeling” es que será súper bien recibida y dará sorpresas. Porque si bien la película desborda de tango, no deja de ser una historia real, concreta y con muchos condimentos de picardía, humor y drama. Todo público desea disfrutar de una historia así. Creemos que la hemos logrado y que la gente no va a salir defraudada. Lo más importante es que nuestro Tango Argentino está presente desde el minuto uno hasta el final.

 

El doctor Eduardo Newark me dijo un día: “Los sabios escribieron tangos”. ¿Piensan que esa sabiduría continúa vigente?

 

Oliver: ¡ABSOLUTAMENTE! Porque el tango es sabiduría pura y es exactamente el objetivo de la película, mostrar nuestra expresión popular. No olvidemos que el tango no ha hecho otra cosa que plasmar las experiencias que han vivido las personas por más de 100 años. El tango habla de la madre, la amistad, la cárcel, el amor, la traición, la esperanza, el desengaño, la calle. Es decir, ¡la vida misma!

 

TxT: Silvia Rojas, Responsable del sitio oficial de la Revista

 

“La Milonga Argentina”

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