No bien se traspasa el cortinado negro, una galería de personajes célebres a gran escala recibe a quienes están dispuestos a adentrarse en ese mundo tan lejano pero a la vez tan conocido, tan ajeno pero icónico, que plantea el fotógrafo peruano Mario Testino, internacionalmente famoso por retratar a todas y cada una de las figuras más influyentes del mundo de la música, la moda y el cine.

 

Así, In Your Face (En tu Cara), como se llama la primera muestra que presenta en la Argentina y que desde ayer y hasta el 16 de junio puede visitarse en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), aparecen Kate Moss, Gisele Bündchen, Mick Jagger, Madonna, Lady Gaga, Brad Pitt, Angelina Jolie, y muchos más modelos y personajes que posaron -muchos desnudos, otros tantos trasvestidos- para el lente de Testino, en una especie de gran retrospectiva de toda su obra.

 

La exposición combina sus trabajos de muchos años para revistas como Vogue y Vanity Fair, y para firmas como Gucci y Versace, con instantáneas personales. La muestra permite al espectador una conexión con las obras, sus temas y el universo del artista.

 

Por eso ese cortinado negro que es necesario atravesar para ingresar en su universo es todo un símbolo de lo que plantea el fotógrafo peruano. Porque hay algo de puesta en escena, de teatralización, un permiso para acceder a un mundo que para la mayoría de los mortales es ajeno, pero para el lente del fotógrafo es bien familiar, y esa familiaridad te la cuenta de la forma más desfachatada, en nuestra cara.

 

“Es como que te dice: «¿Viste? ese mundo glamoroso, inaccesible, que sólo ves en la revistas, es el mundo en el que yo me muevo y te lo traje acá»”, decía ayer Marcos Trellez, mientras recorría la muestra de la mano de su mujer, encantada con la puesta. “Está muy bien montada, tiene fuerza”, señaló a la nacion.

 

Audaz, provocador, frívolo son algunos de los adjetivos que más se escucharon en los salones del Malba para describir el trabajo de Testino, gran creador y constructor de imágenes icónicas.

 

A pocas horas de su apertura al público, promediando la tarde, el gran interés por ver la muestra de Testino era palpable en los accesos del museo y se materializaba en una fila que cubría todo la explanada de entrada del Malba, sobre la avenida Figueroa Alcorta.

 

Muchos curiosos, más que verdaderos especialistas en la obra, y fundamentalmente jóvenes, formaban parte de los cientos de personas que pujaban por entrar en el primer día de la muestra. “Sé que saca muchas fotos de famosos, pero no mucho más”, reconoció Matías Cáceres, que acompañaba a su novia en una hermosa tardecita de sol.

 

Mariano Franco, en cambio, se acercó al Malba a ver la muestra de la artista plástica argentina Liliana Porter, El Hombre con el Hacha, que termina este fin de semana, y “tropezó” con la de Testino. La tentación y la curiosidad fueron más fuertes, y decidió traspasar el cortinado negro para adentrarse en un mundo nuevo, desconocido para él.

 

“Es un contraste enorme con lo que acabo de ver de Porter, pero me gusta. De Testino me fijo en lo técnico, lo que me llama mucho la atención es el color -dijo-. Lo frívolo, la moda, el lujo, la ostentación sin culpa… es un mundo tan distinto al que estamos acostumbrados que, para mí, es como si mirara la foto de una tribu amazónica”, comparó mientras posaba su mirada en una foto de una modelo subida a un yate de lujo, con la geografía de Mónaco de fondo.

 

Tal vez la definición más poderosa acerca del trabajo del fotógrafo peruano la haya dado una pareja que ayer observaba un retrato gigantesco de la cantante Lady Gaga. “¿Qué sería de Lady Gaga sin Testino?”, preguntó la mujer. “Probablemente nada”, fue la respuesta del hombre.

 

Y sí, son muchos los que le deben al fotógrafo peruano, el constructor por excelencia de íconos pop, gran parte de su éxito mundial, a gran escala. La misma que utiliza Testino para exhibirlos en tu cara.

 

Por Laura Reina| LA NACION

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