En 1936, cuarto centenario de la primera fundación de la ciudad por Pedro de Mendoza, se inauguró el Obelisco. Despertó la admiración y también el estupor de los porteños de entonces, aunque desde ese momento se convirtió en una de las obras arquitectónicas emblemáticas de la Ciudad de Buenos Aires; el cual, emplazado entre las avenidas 9 de Julio y Corrientes, es hoy un lugar de festejos y encuentros para acontecimientos que conmueven a la ciudadanía.

El presidente de la Nación, Agustín Pedro Justo había nombrado desde su asunción en 1932, al intendente Mariano de Vedia y Mitre, los cuales completaron sus mandatos hasta 1938. El intendente porteño, además de ordenar construir el Obelisco, también fue el responsable del ensanche de la calle Corrientes y la 9 de Julio, la creación de la Avenida Juan B. Justo con el en entubamiento del arroyo Maldonado, que corre abajo; entre otras obras como la inauguración de las líneas B y C de subterráneos, así como el comienzo de la E.  El Obelisco fue construido en un tiempo récord de 31 días en la Plaza de la República; donde antes se encontraba la iglesia San Nicolás de Bari. En ese histórico lugar se izó por primera vez en Buenos Aires, en 1812, la bandera argentina. Tiene una altura de 67,5 metros y para ingresar cuenta con una única puerta ubicada en su costado oeste.

En su cúspide hay cuatro ventanas con persianas metálicas a las que se llega por una escalera marinera de 206 escalones, con 7 descansos cada 8 metros y el último a 6 metros. Su punta en “roma” mide 40 centímetros y tiene una caja de hierro empotrada; que guardaría una foto del jefe de máquinas y un documento con detalles e indicaciones sobre el monumento.

La construcción del Obelisco estuvo a cargo del arquitecto argentino Alberto Prebisch y  comenzó el 20 de marzo de 1936 y fue inaugurada el 23 de mayo de ese mismo año. Su ejecución demandó  680 metros cúbicos de cemento y 1360 de cuarzo y el trabajo de casi 200 albañiles.

“El Obelisco es uno de los monumentos más representativos de la Ciudad, parada obligada y punto de encuentro de vecinos y turistas. Junto al BA Verde conforman una de las postales porteñas más lindas y buscadas”, expresó Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana

Obeliscos se encuentran en todo el mundo, aunque sus orígenes en la civilización antigua se remontan a Egipto, donde se los erigía como alegoría de un rayo solar, en homenaje a la divinidad Antón. El primero que se tiene registro, fue construido 2500 años antes de Cristo. Luego, muchas de estas construcciones pétreas fueron llevadas por los romanos a la ciudad cabecera de su Imperio. Ya en tiempos modernos, Francia hizo lo propio, al colocar en 1836 el obelisco de Luxor (de la antigua Tebas) en la Plaza de la Concordia en París.

Iluminación de Monumentos por la Semana de Mayo

Del 22 al 28 de mayo el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana iluminará -entre las 18 y las 7 horas- algunos de los monumentos más emblemáticos de la Ciudad; con los colores de la bandera argentina: Obelisco, Floralis, Planetario, Palacio Lezama, Torre Monumental, Puente de la mujer, Monumento de Plaza Congreso, Usina del Arte, Monumento de los Españoles, Monumento de Plaza Congreso y Pirámide de Mayo.