Desde hace 50 años se lo celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Sin embargo, desde 1973, los entornos de agua dulce, hábitats de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces se han reducido en un 83%, se producen más de 400 millones de toneladas de plástico por año y aumentaron más del 70% la liberación de gases de efecto invernadero, que elevan la temperatura.

Con este panorama los expertos señalan que el mundo se encuentra en un “colapso ecológico” debido al aumento de la temperatura global, la pérdida de biodiversidad y la contaminación plástica, donde menos del 10% se recicla.

Entre 19 y 23 millones de toneladas de polietileno terminan cada año en lagos, ríos y mares y los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) están presentes en el agua, el aire, las plantes y los animales.

Los humanos y sus animales domesticados, el 97% de los mamíferos del mundo, ingiere cada uno más de 50 mil micropartículas de plástico cada año, que se duplica si se contabiliza lo que entra por las vías respiratorias.  A su vez, la población de animales salvajes disminuyó 69% en los últimos 50 años.

Este panorama, a pesar de la mayor conciencia ambiental, socava la viabilidad y perduración del planeta, sin que se avecine un colapso en el próximo siglo. “Tenemos que hacer un cambio radical para no hablar de esto mismo en los próximos 50 años. Si cada persona del mundo consumiera como un estadounidense promedio se necesitarían 6 planetas, por lo cual los propios sistemas de consumo que nos ponen como modelo son imposibles de realizar” expresó a Télam el experto Enrique Viale

Las Naciones Unidas advierten que para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C este siglo, debemos reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030. “Si no actuamos ya, la exposición a aire contaminado aumentará en un 50% en esta década, mientras que los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040. Pero estas no serán las únicas consecuencias”

China es el principal productor de plásticos con un 30% del total, seguido por América del Norte (NAFTA) con un 18%. El país que más consume plástico es Estados Unidos, con 140 kilogramos por persona por año en promedio.  Coca Cola, lidera el ranking de compañías más contaminantes, la cual vende alrededor de 100 mil millones de botellas de plástico, con una política muy pobre en reciclaje en todo el mundo.

“Argentina está dentro de los primeros 25 países más emisores a nivel global, la acción de mitigación todavía no es suficiente, no tenemos una hoja de ruta para dejar los combustibles fósiles aunque hemos dado pasos muy importantes en materia climática”, aseveró la investigadora Pilar Bueno a Télam.

Situación en la Ciudad de Buenos Aires

Las principales contaminantes del aire en la ciudad de Buenos Aires son el intenso tránsito automotor con motores, las industrias del conurbano y las tres centrales termoeléctricas sobre la costa del Río de la Plata.

Vientos fuertes, lluvias e inestabilidad atmosférica favorecen la depuración del aire, ya que desplazan los contaminantes atmosféricos, como escribió Nicolás Zeballos, Licenciado en Ciencias Ambientales de la FAUBA

La Ciudad de Buenos Aires posee cuatro estaciones de monitoreo de aire y ruido para ver los niveles de monóxido y dióxido de nitrógeno (NO- y NO2), monóxido de carbono (CO) y variables meteorológicas; ubicadas en los barrios de Caballito, Palermo, La Boca y San Nicolás. También hay  más de 400 mil árboles, de los cuales más del 80% está en calles y avenidas, que mitigan la gran polución presente.

Las autoridades porteñas, para conmemorar el Día del Medio Ambiente, anunciaron que más de 22 mil ejemplares de jacarandá, tilo, liquidambar, crespón, lapacho y otras 30 especies se plantarán en el espacio público porteño en los próximos meses. Así, buscan que haya más en las comunas  4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya), la 10 (Villa Real, Monte Castro, Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro) y la 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda).

El Plan Maestro de Arbolado priorizará la plantación de ejemplares autóctonos, que se adaptan mejor al clima y son una pequeña contribución para conservar la biodiversidad.  La Organización Mundial de la Salud recomienda que haya un árbol cada tres personas en las urbes. Pero de acuerdo al último censo para los 3 millones de porteños, había un árbol cada 6,7 vecinos.