La Legislatura porteña aprobó una ley que duplica las multas por maltrato e intimidación cuando está dirigida a trabajadores de la salud y la educación. La norma modificó el artículo 53 del Código Contravencional de la Ciudad para establecer como un agravante la agresión a maestros, docentes o enfermeros, entre otros profesionales.

El Código Contravencional de la Ciudad, en los artículos 51 y 52, impone las sanciones para quien pelea o toma parte en una agresión en lugar público, con 1 a 5 días de trabajo comunitario, una multa de 200 a 1.000 pesos o 1 a 5 días de arresto. El mismo castigo corresponde, siempre que el hecho no constituya delito, al hostigar, maltratar o intimidar.

Con la aprobación de esta ley, que tuvo dictamen de las Comisiones parlamentarias de Justicia y de Asuntos Constitucionales, se modifica el artículo 53 del Código Contravencional y se duplican las sanciones “cuando la víctima es trabajador de la educación, sea docente o no, o trabajador de la salud, sea profesional o no, y el hecho tiene lugar dentro del establecimiento donde se desempeña, o fuera de él siempre que la conducta esté motivada en razón de su tarea, función o cargo”. Los diputados Clodomiro Risau (PRO), Patricia Vischi (Suma+) y Hernán Arce (PS) ponderaron el proyecto presentado el año pasado por la diputada Cecilia de la Torre.
Explican los fundamentos de la iniciativa que fue motivada “por el notable incremento de agresiones y hechos de violencia protagonizados por padres o personas relacionadas con los alumnos, en perjuicio de trabajadores docentes y no docentes, por cuestiones derivadas de la función docente o de la convivencia en el ámbito escolar, afectando seriamente la seguridad personal de los trabajadores y perturbando la misión educativa y formativa que debe cumplirse en ese ámbito”.
Similar situación se viene reproduciendo en el área de salud, donde los profesionales, auxiliares y personal que cumple allí toda clase de tareas, sufren agresiones por parte de pacientes o personas que los acompañan. “Ésto genera un clima de temor e intranquilidad que perturba el normal desenvolvimiento de los centros de salud”, agregan los considerandos.
El Vicepresidente Tercero de la Legislatura porteña, Roy Cortina sostuvo: “La iniciativa del oficialismo revaloriza desde un punto de vista simbólico la seguridad de estos trabajadores, pero la concepción eminentemente punitiva que expresa no resulta suficiente para revertir la violencia que enfrentan en lo cotidiano”. El presidente del bloque socialista agregó: “Para nosotros es indispensable que, entre otras cosas, los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires vuelvan a contar con presencia policial y que sean protegidos por nuestra fuerza de seguridad en forma sistemática”.