El Instituto Social Militar Dámaso Centeno tendrá por primera vez una institución estudiantil de ese tipo. Por sus aulas pasaron Charly García, Nito Mestre y el padre Pepe (José Di Paola), entre otros. La iniciativa es impulsada por la ley específica aprobada en agosto del año pasado.

 

Un puñado de alumnos y alumnas del Instituto Social Militar Dámaso Centeno está a un paso de entrar en la historia de un colegio, que no es cualquier colegio, porque depende del Ejército, fue fundado en 1892 y se hizo famoso porque en sus aulas se conocieron Charly García y Nito Mestre. Será nada más y nada menos que por formar un centro de estudiantes, una iniciativa impensable en todos estos años para una institución castrense donde no impera la democracia sino la verticalidad, la subordinación y la obediencia. La idea de los estudiantes del nivel secundario tiene el beneplácito del actual director, coronel Marcelo Andres Satragni, y es analizada para su aprobación por el Ministerio de Defensa.

 

“Esto surgió el año pasado, pero tuvo el impulso definitivo gracias a la ley de centro de estudiantes (promulgada en agosto del año pasado)”, comentó Franco Costa, vocero de “Dámaso con voz y voto”, la agrupación en la que confluyen chicos y chicas de todos los años y que promueve la conformación de esa representatividad no muy común en establecimientos privados o semi privados como éste (los padres abonan un arancel, aunque bajo).

 

Costa explicó que además de lo que decida la cartera que conduce Antonio Rossi, la idea está atada a la elaboración del código de convivencia, para el cual se convocará a participar a toda la comunidad educativa que conforman ellos, directivos, docentes, preceptores y los padres, a partir de la semana próxima. Esa herramienta, tan común en establecimientos de gestión estatal, ayudará a solucionar conflictos y promover estrategias de prevención. Al nivel medio asisten unos 400 alumnos, pero la institución también dispone de una oferta educativa para primaria e inicial y en total da clases a unos 1300 niños, niñas y adolescentes.

 

El joven, quien cursa el sexto y último año del secundario, aseguró que hubo una iniciativa frustrada en 2008, pero ahora tiene el apoyo decidido del director. “La idea de generar mayor representatividad tiene que ver con aumentar el nivel y la calidad de la educación del colegio –comentó–. Para el director esta gesta le parece una oportunidad para los alumnos, y nos manifiesta que debe ser manejada desde el respeto, la responsabilidad y la solidaridad, pilares que compartimos y estamos resueltos a incluir en las formas”.

 

Sobre el surgimiento de la agrupación, Costa consideró que “continúa esta fuerte tradición de apertura democrática desde la educación que han tenido las Fuerzas Armadas en estos años. Esta nueva visión constructiva permite mostrar que es posible trabajar en conjunto para el crecimiento y la grandeza de este pequeño espacio educativo respetando la relación docente-alumno colocándonos a las alturas de las circunstancias en la aplicación de la ley con sus derechos y obligaciones”.

 

La apertura en este colegio arrancó en rigor en 2006 bajo la gestión en Defensa de Nilda Garré. La ministra autorizó por entonces la colocación de placas de bronce en el patio del colegio para recordar a ex alumnos desaparecidos bajo el terror impuesto por las Fuerzas Armadas durante la dictadura. Entre aquellos jóvenes víctimas del terrorismo de estado está Alejandro Martín Almeida, el hijo de Taty. La decisión de Garré generó la renuncia del entonces director.

 

Un colegio con mucha historia

 

No fue su historia ni la excelencia de la educación lo que hizo famoso al Instituto Social Militar Dámaso Centeno, que depende del Ejército Argentino, sino el rock y algunos alumnos famosos. Los más reconocidos fueron sin duda Charly García y Nito Mestre, quienes coincidieron en esas aulas para cursar el secundario (Charly venía de primaria) y allí comenzaron a gestar una banda que ingresaría en la gloria del rock argentino: Sui Generis.

 

Años después también habría otros estudiantes que alcanzarían notoriedad una vez egresados como José María di Paola, el padre Pepe; la cantante de Man Ray, Hilda Lizarazu y el fiscal Carlos Stornelli. La institución lleva el nombre del hijo de un coronel que quedó huérfano de padre en la batalla de Cepeda y a fines del siglo XIX comenzaría un largo recorrido como diputado bonaerense. Y aunque nunca integró las Fuerzas Armadas, tuvo un vínculo muy estrecho con ellas y así impulsó la creación de un “Asilo de Huérfanos de Militares”, que finalmente se concretó en 1892. Durante muchos años sólo recibía a hijos del personal de las FF AA, requisito que con el retorno de la democracia fue más laxo.

 

Por Diego Igal

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